sábado, 27 de agosto de 2011

Stand by

Existen momentos en los que pararía el tiempo. Y no me refiero al típico momento bonito, empalagoso. Basta ya de cursiladas. Lo pararía antes de que llegara la tormenta y tener tiempo de reacción. Buscando lo fácil no hago más que toparme con complicaciones, a lo mejor la estrategia es buscar lo contrario.
Hay una película que merece la pena ver, se llama "Cashback", quizás algo rara para ciertas personas pero desde mi punto de vista da mucho que pensar y reflexionar con respecto a éste tema. Pienso que todos deberíamos pulsar ese botón STOP antes de tomar ciertas decisiones o decir ciertas cosas. Pero sin embargo hay muchos momentos en la vida que no pasarían si no se tomaran decisiones precipitadas e improvisadas y de hecho suelen ser o los mejores recuerdos o los peores. Hay que saber disfrutar de las pequeñas cosas, momentos que solo pasan una vez y si no estás demasiado atento pasan inadvertidos.
Éste es uno de mis cortometrajes preferidos, http://www.youtube.com/watch?v=jNVPalNZD_I , refleja a la perfección la vida, llena de momentos buenos y momentos malos.
Propósito antes de empezar éste nuevo curso:  no pensar las cosas demasiado y disfrutar la vida que es muy corta. Capaz.


miércoles, 29 de junio de 2011

La pura realidad.

-Qué queréis las mujeres? eh, qué queréis? ¡Queréis putos supermanes! Queréis tíos fuertes pero que tengan tipín, que tengan pinta de atormentados pero que sean graciosos. Os gustan poetas, pero un poco brutos. Queréis que sean constantes pero que sepan sorprenderos, queréis que sean sinceros pero que conserven el misterio, que estén locos por vosotras pero que pasen de vuestro culo. Queréis que sean guapos pero que la belleza no importe, que tengan un buen rabo pero que el tamaño de igual... joder! ¡Queréis súper héroes del equilibrismo! Queréis que tengan la capacidad de abriros el cielo en un momento pero solo para vosotras. Queréis que no tengan secretos pero también que sean como desconocidos cada vez para que luego podáis sentir las putas hormiguitas en el estómago. ¡Lo queréis todo coño! Todo...
-Básicamente quiero que me haga sentir que no estoy desaprovechando mi vida porque es muy corta. Quiero que me abra las piernas, no el cielo: pero que lo haga cada noche. Quiero que sepa mentirme. Quiero que no me importen sus mentiras porque se deja su alma cuando está conmigo. Quiero que sea generoso porque puede, no por obligación. Quiero que tenga sangre en las venas. Quiero que me grite lo puta que soy cuando le abandono. Quiero un poco de épica. Quiero que le dé igual lo que yo haga cuando no esté con el porque sabe que no voy a encontrar a nadie mejor. Quiero que me tiemblen las rodillas cuando me agarra la nuca. Quiero que la tenga bien grande y que el tamaño sí importe.
-Lo que yo decía, un superhéroe…

sábado, 19 de marzo de 2011

Morriña andaluza

Sentir esa brisa en la cara. Respirar profundamente. Y mirarlo. Estoy en casa.
Parece mentira lo mucho que puedes llegar a echar en falta pequeñas cosas que en el día a día no les das la menor importancia, pero cuando pasas bastante tiempo lejos de ellas..
Contemplamos un momento más ese gran Mar Mediterráneo que nos saluda, y nos acercamos al pequeño chiringuito, que no ha cambiado nada. Los mismos camareros, que nos saludan alegremente y que nos ofrecen ese pescaíto frito que tanto añoro.. todo acompañado de unas cervecitas y de un cálido sol. Hace la temperatura perfecta y las horas se pasan rápido mientras nos ponemos al día de todo.
Él se levanta, se pone sus rayban y con una sonrisa en la cara me dice "¿Volamos un rato?" ofreciéndome un casco. Yo sin pensarlo dos veces lo sigo hasta esa preciosa moto. Me subo detrás de él, lo abrazo por la cintura y cierro los ojos. Es la mejor sensación del mundo. Ojalá no acabara nunca. El Paseo Marítimo, ese olor a mar que te inunda los pulmones, y sobretodo esa sensación de libertad. El viento en tu cara y no puedes dejar de sonreír. Málaga, mi Málaga.
Él me mira a través del espejo retrovisor y me sonríe. Es una de las pocas personas que puede leer mi pensamiento con solo mirarme, y me hace sentir tan segura que ni siquiera encuentro la necesidad de preguntarle a dónde vamos, porque sé que si él está conmigo nada malo puede pasarme.
Puedo escuchar levemente el sonido de los tambores, nos dirigimos hacia el centro. Cada vez se escuchan más y más fuerte acompañados de esa fabulosa música, y yo no puedo esperar. Aparcamos la moto, cojo su mano y nos perdemos entre la gente.  Conseguimos llegar a primera fila y el trono hace una parada delante de nosotros. Mientras me santiguo escucho la saeta que le dedican. Me emociono. El sentimiento que se palpa en el ambiente es indescriptible. Es la Semana Santa de Málaga, y pienso que no la cambiaría por nada.

sábado, 12 de marzo de 2011

El principio del fin

Lo ve a lo lejos llegar. Espero que sea éste. El 120 se acerca a la parada. Él espera inquieto. Se toca el pelo, mira de reojo la puerta que se abre para dejar bajar a los pasajeros. Mira el suelo, le gusta hacerse el despreocupado, aunque se muere de ganas. Vuelve a levantar la mirada y en ese momento la ve. Sus ojos se encuentran y automáticamente se dibuja una sonrisa en ambas caras. Los minutos de espera han sido eternos, pero han valido la pena, ella está realmente guapa. Se acerca a ella, le coge la mano.
Lo mira a los ojos intensamente. No se puede creer que esté con él. Le divierte pensar lo que pensarían sus amigas si la vieran en ese preciso instante. Se aleja un poco y lo contempla en conjunto. No tienen nada que ver. Son estilos completamente diferentes y sin embargo hay algo que los empuja a intentarlo. Quizás sea ese su atractivo. Él es diferente al resto. Y en muchos aspectos ella siente que se complementan a la perfección. Pero sin embargo, siguen asaltándole dudas.
Juntos andan por las calles de Madrid, es Agosto y brilla el sol. Ella adora los paseos con él. Son como visitas turísticas. Él conoce la historia de cada estatua, monumento, calle. Ella escucha atenta y prefiere no decir palabra para no estropear el momento. Él sonríe al mirarla.
Se sientan un rato en un banco al sol. Él rodea su cintura con sus brazos y entrelaza sus dedos entre los suyos. Se siente tan segura a su lado. Y sin embargo, la impaciencia de él hace que un momento tan bonito acabe convirtiéndose en algo realmente incómodo.

viernes, 11 de marzo de 2011

Carpe Diem

Esta tarde un amigo me mandó este vídeo: http://www.youtube.com/watch?v=w14v4vGUDdg&feature=fvst
Al principio pensé, bah será alguna chorrada o sinsentido, pero después de verlo, me he quedado un rato reflexionando. Tiene grandes verdades que muchas veces no le damos importancia o simplemente optamos por ignorar. Realmente las relaciones, el amor, es lo que mueve todo. El ser humano ha de ser racional pero siempre acaba dejándose llevar por los sentimientos. Y hay muchas cosas que deberíamos decir y sin embargo.. callamos. Para mí este vídeo es un llamamiento a vivir cada momento como si fuera el último. Carpe Diem ha de convertirse en un estilo de vida para cada persona.